martes, 10 de marzo de 2009

REFLEXIONES DE UNA CELULA


Hola... !
Soy una célula.
Se preguntarán qué he venido a hacer en este momento. Pues, quiero que me conozcan.
Estoy, desde los primeros orígenes de la vida en todo ser viviente. Podré tener formas variadas, muchas. Pero mi principio activo, es casi siempre el mismo.
La importancia es mi “interrelación” con las otras células y cuál es el resultado.
Para formar un ser de alguna especie, actúan aquellas células que inician el proceso. O sea, la “Creación”.
Cuando está dada la “orden” de iniciar este proceso creativo, vamos “apareciendo”, según la “utilidad” que va a necesitar este nuevo ser. Nos iremos agrupando para conformar aquellos órganos, músculos, sangre, piel, neuronas, huesos, etc. , y componentes que “trabajarán” para que este nuevo “proyecto”, llegue a destino.
Sin olvidar la importante información que aportarán los genes hereditarios de los “padres” de esta nueva vida.
Tomemos el ejemplo de un ser humano. La Naturaleza toda, es perfecta en toda su expresión, pero detengámonos en la especie humana. Es, en realidad, una perfecta obra de ingeniería. Con un poder de regeneración casi asombroso.
Digo “casi”, porque después profundizare el por qué de esta apreciación.
Primero, detengámonos en el proceso regenerativo y sus maravillosos resultados:
. Los huesos se vuelven nuevos y flamantes cada tres meses. Aunque la configuración de las células óseas se mantiene constante, por la cantidad infinita de átomos que los componen y cruzan las paredes celulares, están sometidos a un cambio y reemplazo constantes. O sea que, en tres meses, se cuenta con esqueleto nuevo.
. Las células del hígado, más lentas, crean un hígado nuevo cada seis semanas.
. La piel, se renueva mes a mes.
. Dentro del cerebro, los átomos específicos de carbono, hidrógeno, nitrógeno y oxígeno son hoy totalmente distintos de lo que eran hace un año.
. En el sistema digestivo, cada cuatro días se construye un nuevo revestimiento estomacal. Las células superficiales que participan directamente del proceso digestivo, se renuevan cada cinco minutos.
. El “depósito” de todas las células de un organismo, está en la medula espinal.
Básicamente, el cuerpo, se recrea entero, hasta el último átomo, en un período de cuatro o cinco años.
Nosotras, las células, podemos hacer cualquier “trabajo” regenerativo. Pero, dependemos de la orden que da el cerebro del ser donde habitamos.
“Dependemos”, apretadamente, de todas las pautas mentales de este ser que nos “ transporta” a todas y cada una de las experiencias que va acumulando en cada período de vida útil que disponemos.
Todo es energía en el Universo. Nosotras disponemos de nuestra propia energía y, un pensamiento, también es energía.
Le damos muchísima importancia, porque de la calidad de cada pensamiento del ser donde habitamos, depende que hagamos bien nuestro trabajo, o que nos marchitemos y nos muramos.
Más que los propios anticuerpos que disponga el organismo, vale muchísimo la dirección mental que emita a cada instante.
Está probado que el estado de ánimo, es el “termómetro” del sistema inmunológico de este ser en cuestión. Y de lo internamente, decida “hacer” con su vida.
Toda enfermedad es falta de armonía en un organismo. Falta de “equilibrio” entre su concepto de su “propia” vida. De la Vida y qué quiere hacer con ella, y con su vida.
El Universo todo es energía y palpita. Y todo esta “interrelacionado”. Ningún ser, tenga la estructura o forma que tenga, está solo y “abandonado” en este Universo.
Por eso, es el ser el que determina su “posición” en el Universo. Si quiere abandonarse en la negación y nadar en una “autocompasión” que no sirve para su evolución personal y que, hasta “malamente” muy dentro suyo, quiere realmente “arrastrar” a otros en su desafortunada “elección”.
Es Ley en todo el Universo el tan comentado “Libre Albedrío”. Pero ningún ser, puede “atentar” contra el normal proceso de la Vida.
Es que, acaso, no tiene ni siquiera un poquito de curiosidad por ver cómo será el día de mañana... ?
Cada pensamiento negativo que emite, es como un misil que explota en cualquier parte del organismo. Y si ese mismo pensamiento, es repetido hasta el cansancio, se forma con un “sarro” energético que termina “corporizando” la “enfermedad”.
Según el “origen” de algún pensamiento de este tipo, entiéndase, negativo, es en el lugar físico donde se aloja para hacer su proceso destructivo.
Hagamos una breve revisión de que variedad de pensamientos de este tipo hacen “estragos” en un organismo:
Una pena... ? Dónde estuvo su “origen"... ? Abandono... ?. Así empieza a descalabrarse el perfil inmunológico. La química del organismo se descontrola y aparecen síntomas irregulares.
Odio... ? Rencor... ? Pensamientos rígidos... ? Negación... ? Son los más peligrosos. Su grado de condensación “ preparan” el organismo para abrir sus “puertas” a cualquier proceso degenerativo.
Normalmente, cuando se quiere acordar, aparecen las “alarmas” y avisan que “algo” no está bien. Y si le han dado “vida” a un proceso nuevo que entorpece la vida útil que ese ser debe tener.
Todo se puede “regenerar” en el Universo.
Todo proceso “irregular” puede revertirse. No importa cuánto tiempo “demoró” en generar una enfermedad.
Aunque parezca algo simple y con casi muy poco respaldo lógico. Todo es pensamiento.
Para ayudar a que se comprenda de la importancia de la calidad de un pensamiento y cómo afecta a todo el Universo, les daré un ejemplo que puede servir:
Hagamos de cuenta que estamos ante un inmenso postre de gelatina, con cierta consistencia que “responde” a cualquier “movimiento” que se le aplique. En su interior, se encuentran diferentes frutas cortadas en distintos tamaños.
“Hagamos” de cuenta que, cada uno de esos trozos de fruta, representan, en el Universo a planetas, estrellas, etc. Un “postre” estelar.
Tenemos un “ser” que genera un pensamiento. Y que ese pensamiento, según su intensidad y calidad, es como un “dedo” que ejerce un movimiento en el postre.
Notaremos, que esa intensidad y calidad de la “fuerza” que ejerce ese “dedo”, provocará un movimiento completo ondulatorio en todo ese postre, logrando que esa intensidad llegue hasta el otro extremo del “postre”.
Qué se logro demostrar con este ejemplo figurado?.
Que todo pensamiento, afecta a todo el Universo, “naciendo” en el “universo” mental del ser y “afectando” a todo lo que le rodea. Y, sobre todo, a sí mismo.
Si tomamos un ser que se le ve feliz, porque realmente emite felicidad. Necesita remedios... ?
Ese ser es su propio “remedio”, su propio “tratamiento”.
Ese ser, es un ser que se aceptó a sí mismo y hecha a andar libremente, porque está decidido a VIVIR... !
De la decisión que tome, cada ser, ante la Vida, será la calidad de vida útil que tengamos nosotras, las células.
Sabrá este ser que nosotras, las “laboriosas” y muy rara vez recordadas células, queremos
vivir...?
Adriana A. Grossi

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