martes, 10 de marzo de 2009

DIETAS EQUILIBRADAS, O DESEQUILIBRADAS...

Habría que prestar mayor atención en identificar qué es lo que hace que un individuo recurra a una dieta: Estética...?, Necesidad....?, Capricho...?
Sin equilibrio, nunca se logra nada.
Antes de comenzar una dieta, es importante ver qué es lo que le llevó, al individuo, a caer en ese “estado”, con el que no está de acuerdo.
Hay que tener en cuenta la edad, (que no quiere decir que sólo le ocurre a los individuos de mediana o más edad); sólo que, según la edad, se podrá estimar el tiempo en que se recuperará ese organismo y, sobre todo, el alma de ese individuo; su parte emocional, que juega un papel muy importante para lograr el éxito en lo que se proponga.
Existen quienes creen que hacer dieta, es “matarse” de hambre. GRAN ERROR.
Normalmente, el organismo cuenta con un “sistema” de “defensa”, para preservar sus “depósitos” de energía. Ante el peligro de quedarse sin esas “reservas”, pone en funcionamiento un elaborado “sistema” de acción en el que genera ciertos “mensajes” en el organismo y en la mente como para inducir, al individuo, a “caer” en los “brazos” seductores de un apetitoso sándwich, desbordante de tentadores sabores, calorías y mezclas de componentes varios que, si se viera el interior del organismo “recibiendo” semejante y discordante “alimento”, optaría por tirarlo lo más lejos posible de su vista.
Está bien que, a veces, un poco de variedad en la ingesta que se acostumbra a diario, trae un poco de extraña “diversión”; ya sea para placer de los sentidos; claro que, no por nada existen tantas propagandas de marcas de digestivos para “experimentar” después de una fiesta, comida de amigos, etc.
Ahora bien, es importante, también, no llevar siempre un mismo tipo de comidas; ya que, a veces, el organismo no trabaja en su totalidad. Por ejemplo, aquel individuo, que no está acostumbrado a comer cierto tipo de frutas, (ya sea por selección natural, o por imposición de otros, o porque piensa que “eso”, ya de entrada, le va a “caer”mal. O, tal vez, nunca se regaló la posibilidad de poder experimentar por sí mismo; o, tal vez, con sólo probar esa fruta,, por ejemplo, le da unas muy poco simpáticas “corridas” intestinales, o a la inversa.
Y así, con una serie infinita de opciones que ofrece la madre Naturaleza, supermercados varios, con su excelente surtido de comidas “chatarra”, irá “luchando”, el individuo, entre su voluntad y su deseo.
Existen quienes, que luchan menos con las tentaciones; que, por falta de información, hacen malas combinaciones de elementos y alimentos. NUNCA ES TARDE PARA INVESTIGAR SOBRE EL TEMA.
RECUERDE QUE NADIE NACIO SABIENDO Y QUE TODO TIPO DE INFORMACION ESTA AL ALCANCE DE SU MANO; COMO, ASI TAMBIEN, SUS GANAS DE SENTIRSE BIEN


Adriana A. Grossi

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