martes, 10 de marzo de 2009

LAS ELECCIONES DE LA VIDA

Muchas veces, es importante observar a nuestro alrededor y tomar conciencia de qué está pasando con nosotros mismos,
Un ejemplo: Cómo es nuestra postura ante la vida?. Cómo la representamos con nuestro cuerpo?. Qué le mostramos al mundo de nosotros mismos?.
Cuando observamos a alguna persona que tiene alguna pena, lo notamos de inmediato. Ahora, pasemos a identificar qué nos llevó a captar esa sensación:
Lo primero que identificamos fue la postura de su cuerpo y, después sus actitudes y gestos de expresión.
Sus hombros caídos, la espalda encorvada; la forma desmadejada de desplazarse, su cabeza caída hacia delante y los faros tristes de su mirada.
Un cuadro no muy alentador que, tal vez, más de una vez, lo experimentamos pero que no le prestamos atención o que, tal vez, pensamos que no se nos notaba.
La vida nos muestra muchos aspectos de cosas que nos reflejan y
que no nos percatamos hasta que algo nos descorre el velo de la inconsciencia y despertamos y, finalmente, lo descubrimos. La clave es ver qué hacemos al respecto, y si realmente hacemos algo con todo eso.
Qué pensamos realmente de la vida, de nuestra vida y qué es lo que realmente vamos a hacer con ella?. Podemos hacer maravillas de todo esto pero, queremos...?
Volvemos a la potencia que tiene el pensamiento y cómo el Universo contesta a la calidad de cada pensamiento. Pensemos mal, viene todo mal; pensemos bien, atraemos bien. Perdemos casi la misma cantidad de energía creciendo que cayendo; claro que los resultados son muy diferentes y, de nosotros depende todo eso.
Aprendamos a observarnos y a decodificar cada aspecto de nuestra mente de lo que sentimos por la vida.
Hasta dónde llega nuestro equilibrio para identificar cuánto nos tenemos en cuenta y qué dejamos marchar de nuestros beneficios de estar vivos. Qué hacemos, realmente, por sentirnos vivos. Y qué hacemos para realmente seguir vivos.
Si nos ha pasado algo bonito; comó es nuestra respiración, lenta y corta o profunda y equilibrada, con una potencia que casi podríamos inhalar hasta la capa de ozono?.
Nuestros pasos al caminar; son metódicos y cortos, o largos y acompasados; seguros del camino que recorren?.
Nuestra columna vertebral se siente que se va “hacia abajo” y nos cuesta respirar bien, o está erguida y nuestros hombros alineados y hacia atrás, y hasta respiramos captando que permitimos ingresar mayor cantidad de litros de aire a nuestros pulmones?.
Nuestra mirada ha perdido brillo y tiende a no fijar la atención en casi nada, como huyendo, o es luminosa y vivaz y quiere captar todas las formas y colores que se presenten a su paso?.
Observémonos ante un espejo cualquiera, qué notamos, qué sentimos, qué queremos de nosotros mismos, de nuestra vida. Si confiamos en nosotros mismos y en todo lo que se puede presentar a nuestro paso y qué queremos lograr ante ese todo que se abre a nosotros para ver qué dirección le damos con nuestra mente?.
La clave está en la mente y la calidad de pensamientos que alberguemos, direccionados por nuestros sentimientos.
Cuál puede ser la ganancia al sentirnos como encerrados en una imaginaria caverna oscura que se aleja tanto de la vida?. No podemos esperar que venga algo que nos saque de eso que fue creado por nuestra mente. Nosotros nos hundimos o emergemos, De nosotros mismos depende si triunfamos o no ante la vida, en la vida y por la vida: LA NUESTRA.
Hemos estado mucho tiempo encorvados?. Corrijamos la postura, tanto física como mental.
Podemos lograr lo que queramos, depende de nosotros.


Adriana A. Grossi

No hay comentarios: