domingo, 3 de junio de 2012

ATENCIÓN


ATENCIÓN

ATENCIÓN: "Aplicación intensa de los sentidos".


   Más de una vez, ha pasado que hacemos algo, cualquier cosa, mientras  nuestra mente está ocupada en cualquier pensamiento más allá de lo que hacemos.

   Es así que, si habíamos colocado algo en algún lugar... Luego, cuando lo necesitamos, resulta que nos podemos, por más intento que hagamos, recordar a dónde lo colocamos.

   ¿Qué significa esto?.

   Que cometimos el mal ejercicio de no prestar atención!.

   Aunque, más de una vez, pretendamos creer que estamos dominando todos nuestros actos, pensamientos y demás...  Si no hemos prestado atención en lo que hacemos...Ay!. Se nnos presentará desconcierto y una abundante pérdida de tiempo.

   Ante este mal ejercicio de no prestar atención; detengámonos a identificar que todo lo que hagamos, veamos y demás, está prolijamente "guardado" en  nuestro subconsciente: Extraño e interesante lugar de nuestra mente que actúa como un gran "depósito-de-información", que vamos acrecentando en nuestros "cada-día".

   Sentimientos, olores, sabores, texturas, etc. Y... Lo más importante: Todas y cada una de nuestras acciones.

   El consciente, se remite a lo externo y a las acciones constantes... Entre ellas, la atención; que, nos es útil cuando concentramos nuestros sentidos en todo lo que hagamos, poco o mucho, agradable o no. Pero... Quien "recuerda" y atesora... es el subconsciente!.

   La atención es una posibilidad prodigiosa que, sabiéndola usar, nos permite lograr propósitos, hasta más allá de lo esperado y con marcados y excelentes resultados.

   Ante cada situación que se nos presenta, primeramente, observemos cuál es nuestra principal sensación; luego, prestemos atención y dispongámonos a la acción!.

   La atención, es esa condición sublime a la que entramos en el fascinante mundo de la observación; pero no sólo con el sentido de la vista; sino, con todos los sentidos a la vez!.

   Por ejemplo, estamos ante una situación de "primera-vez-que-hago-esto-pero-lo-debo-hacer".

   ¿Me retiro?.

   ¿Lo rechazo?.

    ¿Lo hago así nomás, como para cumplir, o... Me dispongo a prestar atención ante lo presente y busco su mejor solución?.

   Si estoy en una clase, o con una persona, etc., dedicar ese momento a lo que está presente y prestar atención. Una, por respeto; otra, que a la corta o a la larga, de algún modo deberemos responder a eso presente y, nuestra respuesta, demostrará si prestamos atención.

   El ejercicio de la atención tiene que ver, en todo momento, con el aquí y ahora.

   Muchas veces, nos detenemos en "porciones-del-pasado", sufriéndolos, a lo mejor "degustándolos" y, las más de las veces, "perdiéndonos" en situaciones que, quizás, no tuvieron respuestas y nos "desplaza" de todo lo que hagamos, pensemos y digamos en el aquí y ahora.

   O, peor aún, "suspendernos" en posibles e inciertos "futuros" que nos sabemos qué resultados tendrán.

   Ahora bien, es muy saludable tener proyectos, pulirlos, mejorarlos, si amerita y demás. Pero sin apartarnos de la atención del aquí y el ahora, que es con lo que realmente vamos a forjar nuestro futuro, justamente afianzando el ejercicio de la atención.

   Paso a comentar un ejemplo, simple e interesante, para tener en cuenta:

   Hace poco, asistí a una presentación de un Operador de Turismo. Consistía en que, cada persona visitante, debía acercarse al escritorio correspondiente al representante de cada Hotel invitado, que ofrecía información de los servicios del mismo. Habían muchos escritorios.

   Sobre el muro del final del salón, una pantalla proyectaba imágenes de la geografía donde estaban emplazados dichos hoteles, representados en ese evento.

   Se escuchaban las voces mezcladas de los representantes, explicando las bondades de "su" hotel; las voces de los visitantes realizando preguntas a los mismos; y, más luego, veo que la señora mayor, organizadora del evento, toma un micrófono y comienza a hacer comentarios de los hoteleros presentes y, mucho más al final de su exposición, el agradecimiento de la participación de todos los allí presentes... Y, sin contar con aquellas personas que se saludaban entre sí...

   A ver... Todas esas personas, ¿A qué o a quién prestaron atención?.

   El cerebro humano puede lograr maravillas; pero, ante ese desordenado "bombardeo" de estímulos... ¿Qué reservó como información?.

   Su parte consciente "saltó" de un estímulo a otro; su subconsciente, "registró" todo.

   El prodigio, es identificar, la persona, ¿A qué le prestó mayor atención?.

   En un primer momento, registró todo aquello que le generó mayor impacto a sus sentidos:

   * Las personas, si las conocía o no.

   * Si era su primera vez en una situación social-laboral de ese tipo.

   * Las vestimentas.

   * Los sonidos.

   * La iluminación.

   * La temperatura del lugar.

   * Si estaba a gusto.

   * Si le gustaba el lugar.

   * Si le gustaba el evento.

   * Si conocía el tema de lo que se trataba.

   * Si tenía hambre.

   * Si tenía sed.

    Según el porcentaje de éstos y otros detalles va a representar nuestro grado de atención.

    Si algo nos interesa, prestamos mucha atención.

   Pongamos atención en todo... Y, más aún, en lo que no nos interese; y, justamente así, lograremos tener un excelente y parejo grado de atención en todo lo que hagamos.
                         
ADRIANA GROSSI
 PSICORIENTÓLOGA

       03/06/12



   

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