Esta
mañana,
estaba
yo
mirando
plácidamente
por
la
ventanilla
de
nuestro
transporte
hacia
el
centro.
A
cierta
altura
del
recorrido,
sube
una
pareja
jóven
que
conozco.
La
jóven,
con
cara
de
muy
pocos
amigos.
A
medida que iban avanzando por el pasillo, la jóven se dio vuelta
hacia su marido y le increpó “algo”.
Me
puse a pensar que, a veces, podemos estar “enojados” por algo o
con alguien y no nos damos cuenta en lo que nos “transformamos” y
en cómo nos ven los demás: Una “fiera”. Una “fiera”
violenta y una “fiera”… Fea!.
Es
ahí, en esas situaciones cuando tendríamos que, previo, reflexionar
en cómo
reaccionamos-como-una-“fiera”-que-emprendió-su-carrera-agresiva
y cómo nos alejamos del equilibrio-de-lo-racional.
Está
bien
que,
en
el
organismo,
es
una
acumulación
de
adrenalina,
pensamientos
“calientes”
y
que,
todo
eso,
ya
entró
en
“Marcha”
y
puja
por
“salir”…
EL
problema es…
*¿Hacia
qué o quién o quienes va direccionado?.
*¿Cuánto
“enojo” está en el interior de esa persona, acumulado?.
*¿Es
cosa
del
momento
o…
La
persona
ya
venía
“cargadita”
“de
enojo”
y
se
“expresa”
con
lo
primero
que
se
le
cruza
en
el
camino?.
Ahora
bien. Estudiemos un poquito la situación. En este caso, resultó ser
esta jóven, da igual pero sirve para la reflexión:
Podemos
tener algún “enojo” pero no tenemos ningún derecho de convertir
a nadie como “recipiente-de-nuestros-“enojos”. Es una falta de
respeto total!.
Si
estamos
“enojados”…
Es
con
los
demás
o…
Con
“algo”
de
nosotros
mismos
y
que
no
queremos
o
no
nos
atrevemos
a
identificar
y
reconocer?.
…¿
Tenemos derecho a “transformarnos” en “fieras” y pensar que
todo está “Permitido” y bien?.
Pues
no, no está “bien”. No corresponde. No hay excusas!. Y para
ninguna edad!.
Si
nos
fijamos
bien,
existen
especies
que
se
identifican
como
violentas
por
“Naturaleza”;
pero,
aún
siendo
su
“naturaleza”…
“Violenta”…
Tienen
más
conducta
en
sus
vidas.
Es
más, si investigamos más sobre esas especies, demuestran una
actitud mucho más “medida”, equilibrada que la humana. Se
manejan en manada, por así denominarlo. Los humanos, en esa
modalidad-llamada-sociedad. Ellos, podrán tener momentos
“violentos”… Pero se cuidan como grupo…
… Los
humanos… ¿También?.
Si
se nos considera como el mayor exponente, por inteligentes, por sobre
otras especies…
¿Hacemos
realmente honor a ese puesto-de-jerarquía-de-especie?.
Entonces,
con mayor razón deberíamos, siempre, identificar cuál es la
reacción que presentamos ante algo que no nos gusta, que no queremos
y que nos “enoja”. Y de qué modo resolveríamos cada detalle
para no “transformarnos” en “fieras” que, una vez pasado el
“enojo”, se cambia la expresión-acción a la
“Modalidad-de-actitud-de-todos-los-día”… Sonreír y pensar que
“Aquí, no pasó nada. Fue cosa del momento y ya está”.
No,
el
transmitir
los
“enojos”,
del
modo
y
por
lo
que
sea,
no
tiene
justificación.
Afecta
el
entorno,
daña
a
las
personas;
y,
si
hablamos
o
pensamos
en
el
“Efecto-mariposa”,
también
“afectamos”
hasta
la
última
y
más
lejana
partícula
del
Universo.
La
parejita
en
cuestión,
estaba
sentada
justo
delante
de
la
puerta
del
transporte
para
descenso.
… Miré
a la jóven, ya más calmada. Levanté un dedo y le dije:
“SIN
“MORDER”!... QUE RECIÉN, HOY, ES DÍA LUNES!.
ADRIANA GROSSI
17/09/12
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