Una cosa es el programa de estudios; y otra, muy diferente, el método para aplicarlo y que funcione.
Lo que
importa, es que el estudiante aprenda y acepte que le gusta la materia; por
eso, hay que diagramarla de una forma en que se sienta seducido e impulsado en
descubrirlo.
Existen
materias a cursar que tienden a ser identificadas como "áridas" y
tediosas, si no largas... Y esa tesitura se incrementa por la postura que toma
el estudiante ante la misma. Ya sea porque le comentaron al respecto, por
experiencias de otros; porque se trata de algo que no conoce y/o piensa que no
va a servirle para la actividad que piensa desarrollar, etc.
Antes de
pensar en implementar un programa de estudios, hay que tener en cuenta a
quiénes va dirigido:
A menor edad,
información dosificada. Y así, esta ecuación, edad/información, deberá ser
proporcional a los requerimientos exigidos.
Identificando
esto, habrá que tener en cuenta en qué medios se mueve y con qué cuenta el estudiante.
Muy distinto es si ese estudiante es de zona rural a uno que cuenta con mayores
estímulos externos y posibilidades. Su respuesta a la información tendrá una
"velocidad" de comprensión y aplicación acorde al trabajo constante
de su cerebro. Además, se verá que, según la materia de estudio, qué parte del
cerebro trabajará; si el lóbulo izquierdo o el derecho; la parte analítica o la
creativa de ese cerebro. Distinto es si se trata de ciencias denominadas
exactas a otras que no.
Otro detalle,
más que importante, es si se trata de una materia nunca o poco antes vista por
el estudiante; o, si tiene un somero conocimiento sobre el tema. Entonces, para
impartir dicha materia, habrá que poner mayor énfasis en proveer de una
introducción clara y completa para que entienda de qué se trata, cuál es el
propósito para que la estudie y qué aplicación le dará en un futuro.
Igualmente,
antes de instruir sobre una materia, se deberá nivelar el grado de comprensión
de los estudiantes presentes. Es común que no se tenga en cuenta ese detalle.
Se imparte la instrucción según programa; pero, con el tiempo, sale a la luz
que van quedando, algunos de esos estudiantes por no captar y comprender de qué
se trata, en el camino.
Una persona
que identifica que le cuesta entender algo, va teniendo huecos en el transcurso
de su aprendizaje; y, muchas veces, por temor al ridículo o por falta de
atención del instructor. La instrucción se irá alejando en proporción angular,
del estudiante, y a medida que pase el tiempo, la brecha se irá haciendo cada
vez más amplia hasta que los resultados se vean a fin del año lectivo y
requiera que, el estudiante, tenga que visitar las mesas de exámenes para
nivelar lo que no pudo comprender sobre esa materia en el momento que
correspondía.
En la
actualidad, para presentar una materia, se recurre a esa dudosa y cómoda
"muleta-de-instrucción" como pasar diapositivas, hasta videos para
que observen los estudiantes.
Pero...
¿"Instruyen..."?.
Volviendo a
lo que respecta al funcionamiento cerebral:
* Según el tipo de estímulo es el resultado que
se logra.
* Según la
dosificación de la información, se fija o no, la misma.
Algo
importante a tener en cuenta es la duración del tiempo en que se expone un
tema. Normalmente, se calcula unos cuarenta y cinco minutos estipulados para
que el estudiante preste atención.
Luego... El
recreo!. O sea, hacer un "corte" de atención, en el estudiante, como
para que no se "canse". Y, así, tener la mente más despejada como
para seguir atendiendo en una Institución de enseñanza primaria, secundaria,
terciaria, etc.
Sino, el
instructor podrá gozar de la presencia de los estudiantes, sentaditos,
tranquilitos; los ojos fijos a su persona, pero, con su atención y/o
pensamientos "volando" en cualquier otra cosa.
Si a una
persona se le imparte mucha cantidad de información, de golpe, dará como
resultado una comprensión deficiente sobre todo lo expuesto. Además, existe un
detalle comprobado y más que interesante: Al cerebro, no le gusta
"trabajar" mucho que digamos!.
Está el
ejemplo típico que, si a una persona le cuesta dormir de noche, le digo. ¡LEA!.
Y, podrá comprobar que, luego de leer las primeras líneas de un texto,
comenzará a sentir que sus párpados se volverán "pesados" y querrá
dormir!. Sino, ¿Por qué, cuando las personas deben estudiar y/o trabajar en un
escrito, etc., toman café y otro tipo infusiones varias, estimulantes, para
mantenerse... "Despiertos"?.
Está bien
que, el subconsciente, se encarga de "almacenar" todo tipo de información,
sensaciones y demás. Pero... ¿Cómo lo logramos en el consciente?.
El
consciente, es la "modalidad" activa con que cuenta el cerebro para
que realicemos distintas funciones, entre ellas: Prestar atención, discernir y
trabajar sobre cualquier información que incorporemos para nuestra aplicación
individual.
Ahora bien,
pongamos el caso en que la información es mucha; nos cansamos y nos distraemos;
podemos saber que el inconsciente “almacena" todo tipo de información, la
que nos interesa y todos los detalles que estuvieron presentes en esa clase:
Sonidos, luminosidad del lugar: si hay luz natural o no; olores, sabores,
temperaturas; la hora del día: Distinto es si estamos en la primera clase o si
esa clase está rondando la hora de tomar un refrigerio, si no ya una comida más
fuerte.
El grado de
atención estará dada según la cantidad de hidratos de carbono, que se
transforman en "azúcares" que nos dan energía, a nuestro cuerpo. Si
estamos en horarios de la media mañana o la media tarde, podremos sentir una
"baja" de atención en cualquier cosa que hagamos; se ha reducido
nuestro nivel de energía, llamada hipoglucemia, que afecta nuestro normal
rendimiento en todo lo que hagamos, basta un bocadillo o una bebida, caliente o
no para solucionar ese aspecto... En el recreo!.
Volviendo a
la importancia de una clase. Qué hace, cómo se comporta el instructor para que
los estudiantes acepten iniciar esa clase: ¿Pide atención o su presencia es
suficiente?. ¿Ama lo que hace?. ¿Le importa instruir?.
Los resultados,
los dan las partes actuantes en cada situación.
Antes que
buscar de cumplir con un programa de instrucción, importante es ver, de modo
constante, el rendimiento de los estudiantes presentes. Observar los diferentes
“ritmos” de atención que se presentan. Es que, el instructor, nunca puede ni
debe estar ubicado en un solo lugar, dentro del Salón de clases, para poder
captar el conjunto desde distintos ángulos visuales. Pero debe tener en cuenta
de no “bombardear”, a los estudiantes, con estímulos sobrepuestos como, por
ejemplo: Prestar atención de lo que dice y hace el instructor, prestar atención
si existe algún tipo de soporte visual que representa el tema a tratar; y, ni
hablar si, los alumnos, encuentran necesario tomar apuntes sobre el tema
expuesto!. Resultados bastante difíciles de retener algo y menos concentrarse
ya sea por parte de los estudiantes como hasta por parte del instructor.
Es un ejemplo
más de interrelación de personas en sus distintas vivencias.
Por eso,
reflexionemos sobre éstos y muchos aspectos más…
¿Sabemos
enseñar…?
ADRIANA GROSSI
15/07/12
PSICORIENTÓLOGA
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